
La malvada abuela, la mariposa vuela
Mi abuela maestra de latín
La mosca me enseñó a volar
Pero quién digo quién y cuándo y quién me enseña a bien bailar
Estoy en la biblioteca de Jorge Batalla; la literatura y el mal en español
Los estudiantes son masoquistas, y los profesores—?
La pasión y el poder
La escritura, la hoja en la que escribo, esta segunda dimensión de la escritura en la que no existe el binario de género
Me había encontrado tantísimas veces con la palabra homophobia, y en los últimos años el uso más contemporáneo de transphobia y de serophobia, pero nunca había escuchado a nadie pronunciar la palabra biphobia, hasta hace unos meses durante una charla en una clínica de la Nueva Orleans, una clínica que se creó durante la llamada crisis del SIDA
Pues estamos en Bi Hall, y yo soy el agente etiológico, el zancudo amazónico,
Aquí estamos en Bi Hall
Frau Deshaies me dijo que la bisexualidad no existe
Der Besuch der alten Dame
Mi amiga y su gallina
Mi podruga Alejandra
Mi amiga Julieta con quien hablaba del pollo y de los huesos y con quien fui al jardín secreto, al hortus conclusus
Y ese mismo verano engañaba el francés hablando por teléfono con el señor Cante, mirando sincronizados Opening Night de Cassavetes
El siguiente año, Loparo, de herencia española-italiana, me preguntó si tal vez él me caería mejor si fuera más mexicano
Y yo hice el Cupido a él y a Alyssa, con quien había hecho la partouze de cuatro
Después el padre de Marx se murió
Y yo encontré al corso
Y a Arya la vegana, el vegano con sus playeras blancas, su pelo bien peinado, y sus tazones de lentejas, escribiendo sobre el lenguaje del cuerpo en la obra de Proust
Y a Lorena también le interesaba la búsqueda
Y vimos en la casa de Sicot Il Gattopardo de Visconti, una secta de Noiray,
Y después de la sesión, fui a Richmond, y encontré a los compañeros internacionales de Lorena, incluso a Lourdes, la rusófila, quien advertía mis tendencias surrealistas
Y luego en el hotel Mandarin Oriental de Manhattan
En el piso sesenta y nueve
Entré en un pacto diabólico viajando a la jungla de París con este Tarzan iraní-americano
Y en París Emran al-Amin fue mi compañero de guerra
Y tenía una copia de Rayuela en su cuarto
Y fuimos a las catacumbas, trepamos por sus venas,
Y yo vi señales pintadas, grafiti espantoso, huellas de los primeros años del SIDA
“El viaje a la semilla”
Se dice que en Francia, on ne tape pas les femmes!
Mas después la pareja, Emran y Maximilien, se burlaban de mi clase de homosexualidad,
el curso que tomaba sobre la prosa de Jean Genet, con el profesor Alazet, “Alanez” lo llamaban
Él es un especialista en Duras, y como ella, yo escribo y reescribo mi historia…
Por Skype hablaba con la salvadoreña
Y le dejaba mensajes de voz, jugando con el voseo: hola mi vida, ¡llámame, o llamáme!
Pero vuelve la negritud, las sombras que te susurran en el parque
Tu veux du shit?
Y hay la continuidad de los parques, y uno tiene que regresar al país natal que ya es fatal
Y vuelve una canción de amor, algo pasa a través del hueco de la cuarta pared, y siguen volviendo los muertos
así que recibí esta foto del culo de mi compañero afro-americano, el tenista sodomita se decía, Dejon, muerte súbita…
Él me había dicho durante nuestra primera conversación íntima
Después de asustarme, diciendo que sabía todo sobre mi “amigo especial,”
así lo llamaba también la madre de mi madrastra, la de la reunión de los amigos, de los cuáqueros, en que iba mi profesor de historia estadounidense, hay gente de la sal de la tierra…
Pero bueno él, Dejon, me dijo que estaba tratando de entender al hombre blanco
Aunque sea blanco, yo tampoco no entiendo a la llamada raza blanca
Aunque no soy blanco, aunque yo sé que el color de la piel como tal no es la base de nuestras nociones de la raza,
Me dio vergüenza cuando yo me sentía frustrado por las circunlocuciones de una compañera durante una cena aquí:
Ella estaba tratando de elaborar una descripción correcta para distinguir entre dos personas del mismo nombre, y yo de repente le pregunto, un poco fuerte,
¿es la blanca o la negra?
Hay otras preguntas, y otras oposiciones, yuxtaposiciones cromáticas:
Le rouge et le noir, el rojo y el negro, el indio y el esclavo, el encuentro, el desastre, el trauma del nacimiento del llamado nuevo mundo
La tempestad
La tormenta china
El ojo del tigre de Puducherry
La turbia confluencia
ojalá ojalá ojalá ojalá
El eje
Nota del autor:
Este texto se puede considerar un eco del cuento de Borges, La biblioteca de Babel; el título se refiere a la novela El recurso del método, de Carpentier. Es un texto que yo llamaría “transgenérico”, lo cual es muy conveniente a mis preocupaciones del verano de 2019, en cuanto a la transexualidad y a la idea del italiano Mario Mieli de que todos somos seres transexuales, y a mi obsesión gramatológica con el prefijo del latín trans… Lo dedico a la biblioteca Davis, donde lo escribí, y también al comedor Proctor, donde lo revisé, y a la Bi Hall (Bicentennial Hall at Middlebury College in Middlebury, Vermont) en que estaba en el momento de leerlo por primera vez, en agosto de 2019, en la clase de Escritura Creativa en la maestra Sandra Lorenzano.
Jonathan Slaughter nació y creció en Carolina del Norte, EE.UU. Estudió francés, castellano y literatura comparada en UNC Chapel Hill, Middlebury Language Schools, y en la Université Sorbonne Nouvelle. Ha estudiado, en distintos momentos y programas, en Duke, Columbia, Tulane y Lousiana State University. Es escritor, actor de teatro y traductor. Actualmente enseña francés en la Universidad de Carolina del Norte (Charlotte). Recientemente publicó “El botón de dicha de Narciso: Vallejo y la no homología de Trilce XIII” en Carátula: Revista Cultural Centroamericana. Puede consultarse su perfil aquí.