Literatura expandida: «Hoy» de Michelle Pérez-Lobo

Compartimos con ustedes este texto/objeto que, como las diversas experimentaciones de Michelle Pérez-Lobo (Ciudad de México, 1990), se caracteriza por explorar las potencialidades escondidas al interior de las complejas relaciones establecidas entre página, palabra, intervención, autoría, lo visual, sonoridad y los diversos elementos del acontecimiento literario/poético. Michelle es, sin duda, una autora ejemplar en la producción literaria expandida joven y contemporánea. 


Hoy

Michelle Pérez-Lobo

Veo en la página un lienzo en potencia. Medio centímetro a medio centímetro la delimito como si la recreara; dentro de los bordes recién trazados surge un nuevo espacio, enmarcado. El blanco, producto de las herramientas precisas, el grafito delgado y la regla que no puede equivocarse. Un campo de acción inédito. Una oportunidad de perfección y delicadeza. Un marco ávido de texto.

Hoy estoy vencido, como si supiese la verdad. La última obsesión de estos días. Confino la poesía a una esquina, como queriendo hacer de lado el golpe de su presencia. Después surgen las rectas: los hilos de mi sanidad invadiendo la página, encerrando el verso triste de Pessoa con exactitud, con rigidez. Con cada milímetro observo el origen y el fin de toda raya, su destino; siento la tranquilidad de conocer de antemano una trayectoria. El lápiz es aquí el símbolo de mi determinación. Y la aguja, hueco a hueco, desenmascara mi pulso agotado. Y el hilo brota del papel como la sangre que emana de una herida joven.

Las palabras, desde su nueva cárcel, siguen hablando de desolación, de lo inasible, de pérdida de cordura, de imposibilidad. De una firmeza que se rinde y de alguien que deja de ser para convertirse en nada, de una existencia que se lleva a cabo afuera de los trazos fijos, en ese espacio difuso donde reside, quizá, la verdad. La tensión de los hilos es chocante: la leo como una falsedad evidente, un contraste sin sentido entre la rigidez del diseño y la desesperación del texto. Las medidas, las puntadas, la perfección son impostoras.

Entonces el velo entre la página y yo se rompe: el tejido que contenía esas palabras comienza a debilitarse por la fuerza del poema que me interpela y me describe aun en contra de mi deseo. Quiere salir, quiere huir más allá de los límites que con tanto cuidado medí, que con tanta deliberación diseñé como jaula, la celda del sentido. Las letras permanecen, su significado irrumpe en el cuadro diseñado con minuciosidad: el impacto de la huida es tal que los nexos se despedazan, toda tensión se ondula en formas no planeadas; surgen curvas que desfallecen, azarosas, gracias a la acción de mis tijeras. Y finalmente admiro la agonía, la rendición total de las costuras.

La página era un lienzo perfecto. Pero el fondo se liberó de la forma.


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Michelle Pérez-Lobo (Ciudad de México, 1990)

Licenciada en letras iberoamericanas y maestra en lexicografía. Es poeta y editora. En 2018 publicó su primer libro, Lo que perdimos y otros poemas (Aquelarre Editoras), y montó su primera exposición de arte conceptual, “Un texto es un lienzo es un texto”, en la Universidad del Claustro de Sor Juana. Trabaja en Ediciones Era y edita la revista independiente La Peste.

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La experimentación visual/intermedial, de Alfonso Valencia

Ya que estamos hablando de literaturas expandidas, es decir, de la escritura más allá de la página e incluso del texto, o más allá del signo, etc., tenemos que hablar de los experimentos de Alfonso Valencia.

Existe, desde los sesenta, un ímpetu de pseudo-vanguardia, relacionado con el avance de la intercomunicación a través de medios digitales y el desarrollo de nuevas tecnologías. Más aún, que atañe a la manera en que estos dos modernísimos aspectos se vuelven parte de nuestras vidas, 24/7. Sí, porque, ya en términos estéticos, ese es precisamente el mundo de la expresión: la sensibilidad interna del artista y la apropiación de realidades, el tiempo del creador: la existencia.

Ante la pregunta que interroga por la poesía de nuestra época, es justo antologar y discutir, al menos en gran medida, la expansión de la literatura hacia estas dimensiones de lo cotidiano.

Nos parecen naturales, por ejemplo, los experimentos recientes de la poesía, como la aplicación para iOS Abra, desarrollada por Amaranth Borsuk et.al., donde se muestra un texto poético interactivo, susceptible de ser intervenido con diversas condiciones o reglas del juego, creando así un objeto poético por cada lector -cercano a la pemutabilidad del poema propuesto por Cortázar, o en Blanco de Paz; también está la versión de Poema 21 (Amílcar Romero) que aparece en E-literature Collection, ejemplar extraordinario de poemario en soporte net y animación.

Así, desde la experimentación en animación por computadora, i.e. bpNichol en First Screening (1984), pasando por la escritura generativa, bots, hipertextos y juegos, Eugenio Tisselli y motohueso, Canek Zapata, Vigueras y Warpola, los experimentos de Young Hae Chan Heavy Industries, etc., la literatura en soportes digitales y electrónicos ha servido para extender las posibilidades de la expresión a niveles hipertrópicos.

Hablamos de nuestro tiempo, la sensibilidad real y no simulada de una generación que se revela a través de este tipo de medios, en su propia evolución, compartida. Un hecho que, al menos en Hidalgo, el poeta Alfonso Valencia ya había comentado e incluso interpretado como una fuente crítica de la poesía actual, desde hace más de 10 años.

Alfonso Valencia ha explorado con ferocidad este desafío. Es un tema que permea sus intereses como poeta: por ejemplo, el background a su libro El Grito Circular de la Gota que Muere en la Piel del Estanque (CECULTAH, 2014): es importante saber que el origen del texto se remonta a los primeros años de Twitter, a saber, que fue escrito primeramente en esta plataforma, conforme a la manera en que se leían los twits en un inicio. Hoy, leemos El Grito como una de las obras más representativas de la poesía hidalguense, pero hay que añadir al texto este detalle de origen.

jalfvalba

Sin duda, Valencia no deja de sorprendernos. Él mismo se ha convertido en un punto de partida y un paradigma digno para los escritores en ciernes que aún buscan como entre la nada un despojo de nueva sensibilidad.

La memoria hace las veces de un habitáculo, la experiencia es un lugar: el poeta habla entonces en la medida de su apropiación estética, de su habitar en la existencia. Ahí, pues, están las profundidades de una herida: el poeta se deja atravesar por el mundo.

Con certeza, Alfonso Valencia es un poeta que habla desde una conexión íntima con la realidad y el tiempo.

Aquí dejamos algunas de las experimentaciones que Valencia ha realizado a lo largo del tiempo, algunos en formato cellphone y otros en Flash, todos son un buen ejemplo de la urgencia real de la poética de nuestros días.

– Arístides Luis


Se dice Falla

Rojo, Grabado y editado en un SE W600, dispositivo móvil


Alfonso Valencia / 2018

Licenciado en Ciencias de la Comunicación con énfasis en Periodismo y especialista en Tecnología Educativa por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Maestro en Literatura Mexicana por la Universidad Veracruzana. Ha sido profesor de Literatura Comparada en el Tecnológico de Monterrey, y de Arte y Literatura en la UAEH. Becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo y del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Ganador de los premios de poesía Efrén Rebolledo (2008) y de cuento Ricardo Garibay (2012). Ha sido ponente y conferencista en México, Estados Unidos y Bélgica. Actualmente, prepara una edición crítica del manuscrito del insurgente mexicano Antonio López Matoso, Viaje de Perico Ligero al País de los Moros, como parte de sus estudios doctorales en el Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias de la UV. Autor de los poemarios El libro de las cosas que no sucedieron (Hgo. Ediciones, 2009) y El grito circular de la gota que muere en la piel del estanque (CECULTAH, 2014); y de los volúmenes de cuento Teoría de la precipitación (CECULTAH, 2014), y Préndete fuego. Cuadernos y archivos inéditos de Dobais Villafana (Editora de Gobierno del Estado de Veracruz, 2018).

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Sobre Poesía Multimedia: «Otro tonto poema de fosas» de Jerónimo Emiliano y José Agustín Torres

 

En el contexto de una nueva búsqueda de pensamiento y literaturas, retomamos esta pieza multimedia creada en el seno de El Ojo Ediciones, bajo al edición de José Agustín Torres y compuesta por la poesía de Jerónimo Emiliano, gran amigo de nuestro colectivo y autor de La libertad y los diamantes (Fondo Editorial del Estado de Morelos, 2018).

Una pieza multimedia e intermedial se estructura por la interrelación de diversos elementos que se encuentran más allá del texto y la palabra, más allá de aquello que compone al libro como objeto típico de cuanto puede ser leído. Por esta razón, una pieza de éste tipo alcanza un compromiso mayor en nuestra relación con el arte. Trastoca y modifica nuestra concepción de aquello que llamamos «lectura», ergo, desplaza todo concepto de poeta y de lector.

Es necesario abandonar -en el sentido de dejar atrás la terquedad- los cánones mayores que han fungido como directriz de nuestra idea de todo cuanto puede ser poético y cuanto es valioso en sentido literario. Una vez superado el libro, las posibilidades experimentales se han abierto a dimensiones inconmensurables.

El texto «Otro tonto poema de fosas», se acerca a la llamada ola en web y digital que se añade al chart intemedial, propuesto por Dick Higgins en 1995. Es semejante al arte postal en su tamaño, a su dependencia con la interacción de los usuarios, etc. La transmisión y descarga de formatos digitales constriñe el peso de lo que presenta el objeto en su totalidad, a la vez que lo diversifica.

Pero también se acomoda en otros espectros y los integra, como el concretismo visual al modo en que Augusto y Haroldo de Campos experimentaron: música y movimiento, como en TODO ESTA DITO, colaboración con Cid Campos (1996), Pulsar (1975) y su versión en colaboración con Caetano Veloso y, más atrás aún, en Luxo Lixo de 1965.

«El ideograma, apela a una comunicación no-verbal. Un poema concreto comunica su propia estructura: estructura-contenido. El poema concreto es un objeto por sí mismo, no un intérprete de objetos exteriores y o de sensaciones más o menos subjetivas»

-Augusto de Campos

Diversos soportes pueden abrir y ampliar la escala de lo legible, y con esta apertura de posibilidades adviene a la vez un fresco desafío que atañe tanto a quienes escriben como a quienes consumen.

Aquí, aunado a lo anterior, Jerónimo Emiliano  mezcla a la pieza -que ya es de por sí un entramado de múltiples medios de expresión-, un estilo poético que trasciende la cualidad fonética del poema y se centra particularmente en lo visual.

En él, salta a la vista una figura, un ideograma, una forma caligramática, haciendo uso del espacio que propone el soporte para simular una caída en primer plano conformada por la palabra «SANGRE», la cual aparece por el sobrevuelo de sus letras acomodadas en el ritmo de un texto que la sostiene. Entonces se descubre otra dimensión, donde aprendemos que a veces las piedras tienen miedo, y que esta ruina es quizá un grito de piedra que ha caído «a la fosa constrictora de sus heridas».

Esta dimensión se concreta como experiencia central en el track de SoundCloud, en el cual se escucha la lectura de esta escala del poema en propia voz de su autor.

Ahí está también la fotografía uniéndose al juego poético. La imagen de una construcción en el más remoto ocaso de todo lo que fue, subversivamente enmarcada por las plantas que recubren la tierra donde quedará guardada la cuesta de todos nuestros afanes.

El formato digital, como soporte, nos permite experimentar la convivencia entre el movimiento de la palabra, las partes escalares de la idea poética, en voz y en imagen, el grito de las piedras timoratas junto al aspecto en ruinas de nuestro habitar la historia. Es sin duda un ejemplo de la gran relevancia que adquieren piezas como ésta en nuestros tiempos.

– Arístides Luis

 

Maguey con casa
Foto: José Agustín Torres

José Agustín Torres (Ciudad de México, 1990). Cinteasta, músico y fotógrafo con estudios en la academia de cine Arte7. Miembro del colectivo El Ojo, proyecto que engloba trabajo literario, ediciones digitales y producción cinematográfica. Editor del documental Epifiano Contreras: testimonios sobre un sabio mazateco (BUAP); editor y camarógrado de Actores Sociales de la Flora Medicinal en México (INAH). Trabaja como músico de sesión, camarógrafo y videógrafo de eventos, conciertos y obras de teatro.

Jerónimo Emiliano (Cuernavaca, 1991) Escritor egresado de la licenciatura en Escritura Creativa y Literatura de la Universidad del Claustro de Sor Juana. Miembro del colectivo El Ojo. Ha publicado la plaquette de poesía Frente a la ficción (Lago, 2013), el ebook Trilogía del ruido (El Ojo, 2016) y escritos en revistas impresas y digitales como La Piedra, Revolución 3.0 y Tierra Adentro. Columnista mensual de Página Salmón. Fue miembro del Comité editorial de la revista La Piedra (2009 – 2011). Ha presentado su trabajo en festivales como el Subterráneo de Poesía (2010), el Festival de Poesía Bajo el Volcán del Tecnológico de Monterrey (2011), la XV Feria Internacional del Libro del Zócalo en la Ciudad de México (2015) y la II Feria del Libro de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (2017).

 

Dos artefactos/poemas, de Paulina Handelman

Hace tiempo que la literatura ha andado nómada, más allá de la página y el libro. Tanto la expresión misma como el lector son exigidos actualmente a interpretar los objetos del arte literario a través de la contemplación de diversos elementos y dimensiones integradas.  Aquí, Paulina Handelman (1991) nos regala un par de artefactos poéticos creados sobre bolsas de papel, con recortes tomados de distintos periódicos, que recuerdan a los cachivaches y artefactos anti-poéticos y la ecopoesía de Nicanor Parra, los objetos y piezas de Ulises Carrión o las experimentaciones de vanguardias como el estridentismo o el concretismo brasileño, y que sirven como ejemplo del modo en que es posible englobar una forma crítica entre el discurso, la fonética del texto, el soporte y la escritura de apropiación/intervención.

– Arístides Luis.

 

 

Buscar la esencia, no los tepalcates

buscar la esencia, no los tepalcates_pau handelman

 

Los filósofos del iluminismo
opinaban que, estudiando
el pasado, el hombre podía aprender a resolver
los problemas del presente.

«Profundizar en la esencia
de
el indivi-vidualismo romántico,
para seguir con la vida
de
una nueva especie; la más antigua»

La invasión de marcianos con un solo vuelo
viene a satisfacer nuestra sed de mitos
en medio de una sociedad que se jacta de
realista.

en algunos países,
no existe una llamada
de los seres
De la imaginación
y sustituyen
lo fantástico,
por la truculencia

¿Cuál es el impacto
sobre nuestra vida

la
forma artistica
puede considerarse
fundamental.

Postulados Antipsiquiatricos

 

postulados antipsiquiatricos_pau handelman

 

Postulados:

en un lugar tranquilo y hermoso como éste,
los órganos de El Estado
destruyen los gérmenes de La locura
y amenazan la salud colectiva.

1)
En el mundo hay cuerdos y locos,
los locos son auxilio de la psiquis
conocen y se preocupan Por la curación
que
proporciona paz y tranquilidad al espíritu.

2)
Médicos y estados, Todos peligrosos,
enfermos ocupados que producen
guerras mentales
carecen de valores y
de la probabilidad de
la creación.

2
En
muchos casos
Los locos
han comprendido la evidente utilidad de
su locura.

3)
La psiquiatría ha destruido
La cura por la vida

ES
entre tiempos pasados
que se pueden descubrir
principios
de
futura recuperación.

 


Paulina Handelman (Pachuca, Hgo, 1991)

Egresada de la carrera de Psicología Social de la UAEH. Línea de investigación: Antipsiquiatría, Psicología Crítica, Ecología y Artes para la reconstrucción del tejido social. Ha sido invitada a colaborar en la Revista Santa Sherwood, una iniciativa autogestiva de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile. Actualmente trabaja en el proyecto autogestivo: “Laboratorio Etéreo de Literacura”.

“La oscilación de la memoria” de Christian Negrete, presentado por Eduardo Islas Coronel

«La Oscilación de la Memoria» es uno de los libros hidalguenses más importantes, y más comentados, en los últimos años. Doble valor adquiere ante la creciente ola de escritores y artistas en la entidad (Hidalgo). Aquí  una reseña del libro, escrita por el poeta y narrador Eduardo Islas Coronel:

 

 

DESDE LA DERROTA

Presentación del libro “La oscilación de la memoria” de Christian Negrete

Por Eduardo Islas Coronel

***

 

Alessandro Baricco confiesa durante una entrevista: “Se necesita arrogancia para escribir Moby Dick”.

Augusto Monterroso escribe en sus “Doce consejos indispensables para escritores”, de los que, sin embargo, casi siempre descreo: «Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.»

¿Pero cómo creer que se puede escribir de la gloria y de la ira cuando ya se ha escrito La Ilíada? ¿Cómo escribir del viaje cuando existe La Odisea? ¿De qué manera sino desde la derrota?, para decirlo con una de esas maneras que tanto empleábamos Christian y yo por aquellos días en que este libro todavía no era o estaba a punto de ser, y aun ahora.

Pese a todo, Christian Negrete asume el compromiso del escritor, y lo hace con tenacidad, con paciencia y talento. Yo he tenido el privilegio de compartir con él la amistad, así como el acompañamiento y consejo de maestros admirables. De Christian, y de “La oscilación de la memoria”, se ha dicho:

“Porque [Christian Negrete] es un buen escritor; más que eso: es un escritor poderoso. Los cuentos de ‘La oscilación de la memoria’ no son todavía obras de madurez, pero son poderosos y lo son porque son encuentros íntimos con personajes vivientes, con emociones reales. (Virtud de fundirse con sus personajes y llevarlos hasta sus últimas consecuencias)

Agustín Cadena

 

«La narrativa de Christian Negrete posee la dosis precisa de humor macerado en melancolía. Por eso, celebro su aparición en el ámbito de nuestras letras (y yo también)»

Diego José

 

“Christian Negrete nos presenta su primer volumen de cuentos con acertado acento crítico. Sus historias parecen partir de una certeza pulida a base de lecturas y noches de insomnio: que la literatura genera críticas de nuestro entorno social, abre perspectivas y nuevos horizontes, mundos y realidades distintas que generan el impulso de mejorar los propios.”

Alfonso Valencia

 

También hemos compartido maestros de los otros; esto es, de los muertos: aquellos que continúan soplando su sabiduría a través de la historia. Francisco de Quevedo lo anuncia de la siguiente manera:

“Retirado en la paz de estos desiertos,

Con pocos pero doctos libros juntos,

Vivo en conversación con los difuntos

Y escucho con mis ojos a los muertos”

Estos maestros son, entre otros, Fernando Pessoa, Julio Cortázar y Juan Carlos Onetti. Al igual que ellos, me parece que Christian Negrete apuntala la poética de su narrativa sobre el tema del fracaso; más que eso: pienso que cada uno de los relatos de este libro explora una posible veta del mismo. Y es a la luz arrojada por estas lecturas en común que intentaré compartirles mi sentir a propósito del libro que esta tarde nos convoca.

 

***

“Flâneur por Delft” resulta uno de los cuentos más poéticos y sólidos de la colección. En este se entrelazan dos historias, una de ellas cuasi-onírica, la otra bastante más convencional y mundana. La experiencia se redondea cuando ambas historias se encuentran hacia el final del cuento. Me parece que el protagonista de este relato bien podría ser Fernando Pessoa. El narrador nos remite a la figura del perdedor que conserva cierta dignidad en su fracaso; sin embargo, no busca exaltarlo, sino más bien vivirlo como una suerte de despojo, de desapego, de exilio continuo, de evasión ante la propia vida. En palabras del poeta lusitano:

“No soy nada.

Nunca seré nada.

No puedo querer ser nada.

Aparte eso, tengo en mí todos los sueños del mundo”;

esto es, vivir para los propios sueños, para la propia obra (que podría ser la vida misma), pero sin esperar nada de ellos. Si bien Pessoa intentó evadirse de la propia existencia mediante los sueños, el alcoholismo, o refugiándose en sus heterónimos; esto es, poniéndose en la piel del otro para desnudarse y revelarse, el protagonista del cuento de Christian Negrete se evade mediante la abstracción, imaginando que habita un paisaje que mira en la pantalla de su celular.

En este relato, la derrota forma incluso parte de la atmósfera:

pero esas nubes han permanecido inmóviles, sobre todo esa de color gris que me ha amenazado durante horas con arrojarme sus diminutos escupitajos”.

 

Y más adelante:

“Alguna ocasión leí que debemos ser como el agua que escurre, que avanza; pero mientras miro hacia abajo del puente, desearía fluir más rápido que esta masa espesa que parece no querer irse jamás”

 

***

“Imbécil vida fracasada” es un relato que trata sobre un suicidio frustrado, y nos remite inmediatamente al cuento “Una flor amarilla” de Julio Cortázar, escritor a quien Christian Negrete busca rendir homenaje desde el mismo epígrafe. A continuación, enumero algunas de las similitudes: en ambos cuentos aparecen un hombre y un niño, ambos están contados desde la derrota de protagonista, en los dos aparece un veneno como metáfora del pequeño pero implacable fracaso cotidiano. La diferencia notable entre ambos textos estriba en que, mientras el personaje de Cortázar renuncia a la inmortalidad para después arrepentirse frente a la experiencia de la belleza “Siempre habría flores para los hombres futuros”, el hombre que aparece en el de Christian Negrete permanece fiel a su pesimismo “Después pensé que la providencia había salvado a ese niño de una imbécil vida fracasada como la mía, como la de la mayoría, como la de todos”. Ambos personajes se miran a sí mismos en el niño. Recordemos que, en Rayuela, Horacio Oliveira se refiere a La Maga con las palabras siguientes:

“…porque fuiste siempre un espejo terrible, una espantosa máquina de repeticiones, y lo que llamamos amarnos fue quizá que yo estaba de pie delante de vos, con una flor amarilla en la mano, y vos sostenías dos velas verdes y el tiempo soplaba contra nuestras caras una lenta lluvia de renuncias y despedidas y tickets de metro”.

 

La frase con que Christian resuelve su relato:

“Nuestros caminos se separaron entre los pasillos del aeropuerto, decidí caminar en sentido contrario. Ambos con nuestro muertito al hombro. ¿Cuál pesará más?”

remite a aquel fragmento de Nietzche titulado “La carga más pesada”, juez implacable de la propia existencia:

“Suponiendo que un día, o una noche, un demonio te siguiera a tu soledad última, y te dijera: esta vida, tal como la has vivido y estás viviendo, la tendrás que vivir otra vez, otras infinitas veces; y no habrá en ella nada nuevo, sino que cada dolor y cada placer y cada pensamiento y suspiro y todo lo indeciblemente pequeño y grande de tu vida te llegará de nuevo, y todo en el mismo orden de sucesión, también esta araña y este claro de luna entre los árboles, y este instante, y yo mismo.”

 

***

Finalmente, “Noticia nacional” y “Mi hermano El Che” son dos cuentos que están hermanados por la misma premisa: dos personajes de origen humilde buscan superarse. El desenlace tampoco varía formalmente, pues ambos terminan mal.

La diferencia es la siguiente: cuando comienza a rumiarse un relato, el escritor debe formularse, entre otras, tres preguntas fundamentales: ¿qué busca el personaje?, ¿para qué lo busca?, y ¿triunfa o fracasa?

Si acaso el “qué busca” puede ser la intención superficial del personaje, el “por qué lo busca” resulta ser la intención profunda.

 

De ahí viene la potencia de los relatos de Christian.

Los personajes de Christian, al igual que los de Juan Carlos Onetti, siempre fracasan en alguna de estas dos instancias, o en las dos. Ambos me recuerdan a aquellos seres que perciben al mundo siempre en ruinas, de los que acometen empresas imposibles.

 

La siguiente sentencia de Onetti en su relato “Bienvenido, Bob” resulta lapidaria:

“No sé si usted tiene treinta o cuarenta años, no importa. Pero usted es un hombre hecho, es decir deshecho, como todos los hombres a su edad cuando no son extraordinarios.”

 

Celebro la aparición de este libro de mi amigo Christian Negrete, quien nos enseña con fuerza la lección de que se puede narrar e imponer la dimensión artística (esto es: triunfar) contra las fuerzas que convierten en fracaso cada acto cotidiano de la vida.

 

***


Eduardo Islas Coronel (Pachuca; Hgo, 1993)

Poeta, narrador y docente. Ingeniero mecatrónico por la Universidad La Salle Pachuca. Ha participado en talleres literarios dirigidos por Agustín Cadena, Diego José, Jair Cortés, Vicente Alfonso y Alfonso Valencia. Premio Estatal de Poesía Efrén Rebolledo 2018 con el libro «No sé por dónde empiezan a romperse los objetos». Beneficiario del PECDA en su emisión 2018. Ha colaborado en diversas antologías, así como en las revistas Anagnórisis, Papeles de la mancuspia y Revista La Otra.

HAN SHAN, «Montaña Fría», versión de Roger Maldonado

Comenzamos las publicaciones del segundo año, con esta interesante apreciación de la histórica poesía China, que ha servido de gran influencia durante momentos cruciales de la literatura latinoamericana.

Según Fernando Iwazaki,  la influencia china en las obras de escritores como Neruda, Rubén Darío, José Joaquín Fernández, Borges y Juan Tablada, «es una especie de recurso de erudición, fantástico, una visión exótica con tendencia a lo maravilloso, a lo desconocido, a lo esotérico, y con gran influencia poética en los años de la vanguardia» (EFE, 2012)

Hoy, en los albores de una época renovada, China vuelve a ser un lugar fértil de donde abrevar. Si bien, quizá, no en el mismo sentido de quienes nos anteceden en la búsqueda de las sensibilidades del mundo en cada tiempo.

– Arístides Luis

 

06-clear cliff shrouded in floating clouds, 2007
© yao lu

 

HAN SHAN, Montaña Fría,
versión de Roger Maldonado

 

Nada sabemos con certeza nada respecto al maestro de Montaña Fría. Se dice que fue un monje recluso budista en un lugar llamado Montaña Fría, en lo profundo de la cordillera T´ien-tai en Chekiang, China. Se le atribuyen unos 300 poemas, hechos en colaboración con un compañero suyo, igualmente misterioso, Shih-te, el abandonado.

Los elementos budistas tienen un papel tan importante en la poesía de Han Shan que, en ocasiones, sus poemas parecen sermones. Sin embargo, en su composición revelan una libertad de expresión nunca vista en la poesía de la Dinastía T´ang.

En la cultura china, antes de la revolución Maoista, la Dinastía T´ang (618-907) significó la más alta expresión del Imperio. Han Shan, como Li Po (Li Bai) y Tu Fu (Du Fu), representan con su poesía esta época excepcional. El final de esta dinastía empieza con la rebelión de An-lu-Shan en 755 ddC.

El budismo de Wang Wei (699-759), supuestamente contemporáneo de Han Shan, podría verse como algo sublimado si se le compara con el de Han Shan. En Wang Wei, el budismo es la calma y la devoción en las montañas vacías, para Han Shan, que busca ese mismo vacío, las montañas representan experiencias, casi hostiles, para alcanzar la iluminación.

Cualquier persona que ha visto de un manera familiar al arte chino o japonés, ha visto ilustraciones sobre Han Shan, el Maestro de Montaña Fría, y de su amigo Shih-te; dos figuras grotescas riéndose a carcajadas en la soledad de las montañas. Esta información de los dos reclusos está basada en la que contiene el prefacio de los poemas de Han Shan y Shih-te escrito por un oficial de la Dinastía T´ang llamado Lu-ch’iu Yin. Fuera de lo que podamos ver desde sus poemas, esta es la única fuente que tenemos de la vida de Han Shan.

Lu-ch’iu Yin empieza con la afirmación de que  «nada sabemos de dónde vino Han Shan.» Se dice, continua el prefacio, de que era un pobre y excéntrico escolar que vivió en el retiro en un lugar llamado Montana Fría en las montañas T´ien-t’ai, unas veinte millas al oeste del poblado distrital de T’ang-hsing. Allá a menudo visitaba el templo K’uo-ch’ing, situado cerca, donde la otra persona Shih-te, quien trabajaba en la cocina del templo, le daba de comer de las sobras de los monjes para llevárselo a casa.

Después de una descripción de la forma de vestir y de su conducta fuera de lo convencional, Lu-ch’iu Yin relata cómo sucedió que oyó acerca de Han Shan: en su salida hacia un nuevo puesto en la región de las montañas T’ien t’ai, cayó enfermo de un dolor de cabeza muy severo. Los doctores que consultó no fueron capaces de ayudarlo, pero un maestro Ch’an llamado Feng-kan, que hacía poco salió del templo K´uo-ch´ing y que estaba viajando por allá, logro curarlo.

Cuando Lu-ch’iu Yin le preguntó si había algún maestro importante en su templo, Feng-kan le dijo sobre Han Shan y Shih-te, quienes en realidad, le confeso que eran encarnaciones de los Bodhisattvas Manjusri y Samantabhadra, dos prominentes deidades del panteón Budista.

Después de llegar a su nuevo puesto, Lu-ch’iu Yin fue inmediatamente al templo de K´uo-ch´ing a preguntar por Feng-kan y los dos hombres santos. Primero lo llevaron a ver el lugar donde Feng-kan vivió cuando estaba en el templo.  «Y luego me fui a la cocina, donde vi a dos hombres parados enfrente de una estufa calentándose y riendo a carcajadas. Me incliné ante ellos, entonces los dos empezaron a gritar y a reírse de mí. Se agarraron de las manos, cayéndose de la risa, y me dijeron, «¡Bocafloja, bocafloja Feng-kan! ¡Él no podría reconocer al Buda Amitaba si lo viera! ¿Por qué te inclinas ante nosotros?»

10-river village covered with snow, 2007. © yao lu
© yao lu

Los monjes vinieron y se juntaron al grupo, sorprendidos de que un alto oficial como yo, se estuviera inclinando ante los dos pobres hombres. Los dos agarrados de la mano salieron del templo. Yo mandé a alguien detrás de ellos, pero corrieron demasiado aprisa y pronto regresaron a Montaña Fría.» Lu-ch’iu Yin luego mandó a emisarios con regalos y ropa y medicina para los ermitaños, pero cuando Han Shan vio a estas personas llegar, empezó a gritar «¡Ladrones! ¡Ladrones!» y se escondió en una cueva, después de él. Shih-te también desapareció.

Lu-ch’iu Yin entonces comisionó y con la ayuda de los monjes en recolectar algunos de los poemas que Han Shan había escrito «en árboles y rocas o en las paredes de las casas y pagodas en la villa cercana,» y también unos poemas de Shih-te, hasta que hizo una colección de cerca de trescientos poemas.

¿Y cuándo se llevó acabo todo esto? Lu-Ch’iu Yin no nos da indicación alguna, y su prefacio, contrario a la costumbre china, no tiene fecha. Lu-Ch’iu Yin se representa como un alto oficial y antecede su nombre con un título muy impresionante.

Los poemas, sin embargo, permanecen. Son cerca de trescientos, y como dice Lu-ch’iu Yin, la mayoría atribuidos a Han Shan y algunos a Shih-te, si el lector quiere saber la biografía de Han Shan deberá deducirlo de los poemas mismos.

Aunque algunos poemas de la colección son probablemente adiciones tardías, una gran parte de ellos parecen ser hechos por un hombre, un caballero campesino, atosigado por la pobreza y los problemas familiares, quien después de viajar por mucho tiempo y tal vez con una carrera de oficial menor, se retiró al lugar llamado Montana fría en las cordilleras T’ien-T’ai.

En un poema dice que fue a Montana fría a la edad de treinta años, y en otro habla de haber vivido allá por treinta años; estos son las únicas piezas de información que tenemos en la cronología de su vida.

Muchos estudiosos, aunque sin ninguna evidencia, han sugerido una variedad de fechas a la vida del poeta, que van desde el sexto siglo hasta finales del siglo nueve. Las hipótesis más recientes, basadas en cuestiones internas de los poemas y el hecho de que no hay referencia encontrada antes del siglo nueve, ubican a Han Shan en la última parte del siglo octavo o principios del noveno.

 

 

 

Entre mil nubes y diez mil arroyos

Vive aquí un hombre de reposo

En el día vaga en las montañas

Por la noche regresa a dormir en el peñasco

Veloces pasan primaveras y otoños

Pero mi mente está en paz, libre de polvo e ilusión

Que gusto es saber que no necesito en que apoyarme

Para ser como las aguas de un río en otoño.

 

°

 

Subo el camino a Montaña Fría

El camino que nunca termina.

Los valles son amplios y salpicados de rocas

Los arroyos anchos entre bancos de hierbas

Aun cuando no ha llovido, el musgo es resbaloso

Suspiran los pinos, pero no es el viento

¿Quiénes de ustedes pueden apartarse de las trampas del mundo,

Y sentarse conmigo entre las blancas nubes?

 

°

 

Mi mente es como la luna de otoño

Que brilla limpia y clara sobre el agua

No. Esa no es una buena explicación

Dime ¿cómo explicarlo?

 

°

 

Una cortina de perlas cuelga ante el salón de jade,

En el interior hay una hermosa dama,

Los dioses e inmortales la han hecho preciosa,

Su rostro como flor de durazno o de ciruelo.

Las neblinas de primavera cubrirán la residencia oriental,

Y después de que treinta años han pasado,
La verás como a un badajo de caña de azúcar.

 

°

 

¿Has visto a los capullos entre las hojas?

Dime, ¿cuánto más vivirán?

Hoy tiemblan ante la mano que los recoge;

Mañana estarán ante la escoba del jardín.

Brillante es el corazón de la juventud,

Pero con los años envejece.

¿No es el mundo como estas flores?

Caras brillantes, ¿cuánto durarán?

 


Roger Maldonado,

Nací bajo el calor y cobijo de la tierra yucateca; en la ciudad de Mérida. El descubrir y dejarme empapado por la literatura china es mi pasión. Soy amante de las piedras de nuestros antepasados, desde Chichén Itzá hasta la Muralla China. Vivo en Chiapas, que es una Escuela que enseña Humanidad.

TW: @romachiapas

Crónica: Colección de poesía GALAXIAS, en Pachuca

El sábado pasado México esperaba con ansias el ocaso de un periodo simbólico de violencia, terror y amoralidad que lo acoso varios sexenios. Al mismo tiempo, en una de las plazas mayores de Pachuca de Soto, la “Juárez”, se encendía muy irónicamente el árbol que conmemora la navidad, patrocinada por el gobierno del Estado de Hidalgo.

La gente se desbordaba por las calles aledañas al centro de la ciudad. Se escuchaba pasos y chicharacheo por la calle de Allende, en lugar del silencio y el motor de las combis que la transitan el resto del año. El Parque Hidalgo, que es como la alameda del pueblo, repleta de familias, puestos de elote, esquites, tamales y sonidero.

En medio de tanta bruma y gentío, ahí estaba aquel polígono de locales y espacios dedicados a las artes, a la poesía, la filosofía: Distrito Cultural.

En una de las intersecciones, sobre Belisario Domínguez, se encuentra Radio Express de Jardín Colón, el tercero de los cafés que ha gestionado Rodolfo Weber.

Allí, en su sala de presentaciones, que también es una de las librearías más bellas de la ciudad por su cuidado y selección, ese mismo día primero de diciembre, a las 7 PM, a través de Colectivo DUBIUS, Editorial Elementum y el Ojo Ediciones, tuvimos el privilegio de escuchar la presentación de una importante colección de poesía llamada GALAXIAS, dirigida por el Fondo Editorial de Morelos (2018). Una colección realizada como un esfuerzo por concretar un ímpetu generacional de poetas morelenses extraordinarios.

 

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En gran medida, el valor de esta colección estriba en la comunión de grandes escritores, de diversas edades y etapas en su trayectoria. Es una antología muy precisa del alto talento que existe allá en las tierras del acorazado.

Tres de ellos nos visitaron, Tania Langarica (Cuernavaca 1993), Andrés Herrera (Cuernavaca, 1990) –acompañado de su novia, la pintora Syeni Martínez– y un viejo conocido, Jerónimo Emiliano (Cuernavaca, 1991).

Juntos ofrecieron una exposición del proceso y la historia de GALAXIAS, además de la lectura de sus trabajos, más algunos comentarios en torno a estructura y perspectiva estética.

 

Una muestra literaria heterogénea, estilos distintos pero cada uno sobradamente sostenido.

Tres extraordinarias personas, que además han conseguido vincular la poesía morelense con Hidalgo, con los “pachuquenses”, a través del intercambio de proyectos, plataformas y apreciaciones estéticas.

En verdad, es sorprendente ver cómo seguimos coincidiendo en todo el país en movimientos y grupos tan semejantes. Ante una circunstancia tan apremiantemente común dentro de las letras y la filosofía, este tipo de ocasiones son un verdadero regalo de la poesía.

Nota: Pueden conseguir plaquettes en la librería de Radio Express (Jardín Colón) y en Elementario (Ed. Elementum)

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Ex cursus

Recordábamos también, ya en sobremesa –de a cerveza y mezcal– los días de la universidad, cuando fiesteábamos en la sub-urbe del D.F. y coincidíamos, a veces sin darnos cuenta, a quienes habrían de contra-usurpar las zonas del pensamiento y la expresión, y que ahora comenzamos a hermanarnos verdaderamente. Hablamos de los hijos de los hijos, las nietas, las sobrinas nietas de los pasados escritores, de las eminencias y quienes no tanto, de los grandes viajeros de la calle y la palabra, a los que seguirán, los que no tienen nada que ver con el árbol genealógico, pero ahí andan y lo hacen asombrosamente, en fin, todxs, confluyendo una vez más.

Recordamos, naturalmente, la vida y obra de nuestros amigos desaparecidos. La valentía y el sublime asombro al encontrarnos con el trabajo de Esteban Tapia –aquí, allá, en todas partes– nuestros antiguos sueños y vanidades.

Cedimos varias veces a la noche. Hablamos de proyectos que vendrán a futuro para Pachus y Cuerna, lo que hemos conseguido hasta ahora desde la autogestión, la resistencia del escritor esperanzado, el no tener tiempo ni para ser adicto, mudanzas y experimentos.

Unimos fuerzas para hacer una noche inolvidable, recitamos poesía en los arcos de la Juárez cuando ya no había nadie en la calle. Los puestos cerrados, sólo la basurilla que dejan las multitudes a su paso. El arbolito apagado.

Amanecimos con la cuarta transformación y lo primero que hicimos fue buscar barbacoa. Un café, un cigarro. Risas que no podían parar y el deseo de poder mandar todo a volar y hacer de eso un para siempre.

 

YAAAAAAU!

Resonancias y conmemoraciones del 2018

Para finales de Agosto del 2018,  DUBIUS reunió a un grupo de personas afines a la literatura para conmemorar cuatro años de los sucesos en Iguala, y cincuenta del M68 en Tlatelolco, bajo la urgencia de “hacer algo”, quizá simbólico, pero “algo”.

A principios de ese mismo año, murieron brutalmente tres estudiantes de cinematografía en Guadalajara, a manos del crimen organizado. Quedó en evidencia nuevamente que, en México, el camino profesional al que aspira la juventud, representa un riesgo de muerte. Por ello encontramos necesario el pronunciamiento artístico de un repudio firme contra la violencia.

Decidimos levantarnos de la cátedra hacia las acciones. La responsabilidad de aquel que ostenta pronunciarse ante el mundo, en la expresión, se verá hasta la fecha movida por un entusiasmo común. Son los albores de una revolución, sin duda. Pero se opone la crítica a la conmiseración.

¿Cómo actuar a favor y en empatía con lo que va más allá de nuestra posición al margen de los hechos? ¿Cómo no hacerlo si el dolor es palpablemente real? Se siente en todo el cuerpo.

¿Qué tiene que decir el burgués provinciano de los muertos en Atenco, de los calcinados de Puebla, de las miles de muertas en todo el país?

Liviana y pobre conmiseración. Por esto mismo, Montaigne prefería a Demócrito antes que a Heráclito, porque este último tenía el cinismo de llorar al mundo, como si el mundo cupiera todo en su fugaz cabeza.

Arístides Luis

En medio de estas preguntas y sentimientos, se puso en marcha el 27 de septiembre, el primer Festival del Arte y las Letras en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.

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En un intento por responder a las preguntas en torno a la apropiación estética de la violencia, la expresión de la radicalidad, las nuevas revoluciones, el dolor del mundo.

¿Cómo hace el poeta para darle sentido a su oficio sin ser sólo un engorroso testigo, olvidado de lo real?

El programa se llevó a cabo como sigue:

  1. Inauguración. Charla con Marcial Guerrero, testimonial de los hechos de octubre de 1968.
  2. Presentación del primero número, año 1 #SOMOSTODXS de DUBIUS, y la perspectiva política de la revista ART. 39, ante la democracia.
  3. Ponencia Magistral “Yo, bárbaro: régimen de la simulación, poesía y comunicación” por Alfonso Valencia.
    1. Un tanto modificada para abordar la idea de apropiación estética de la violencia.
  4. Taller “Escritura y rebeldía: ¿cómo salir del silencio?” por Danhia Montes.
  5. Performance político-poético “¡Vienen de Allá!” A cargo de A TODOS TODO y Francisco Arrieta.

Alfonso Valencia, Danhia Montes, Francisco Arrieta, A TODOS TODO, Marcial Guerrero, todos, sin duda, han contribuido con acciones contundentes a la construcción de nuevas ideas en nuestra ciudad. Era (y sigue siendo) necesario que su disposición se conjuntara en torno a estas preguntas.

Foto: Alejandro Soto

Del mismo modo, el  29 de Septiembre, continuando con la conmemoración o la recuperación simbólica de la memoria, fuimos invitados por la banda A TODOS TODO, a presentar la revista #SOMOSTODXS en el concierto “Resistencia y Memoria” que se llevó a cabo en Foro Escénico, Pachuca.

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Flyer a cargo de Salvador Verano, Chavita, o Amor de Verano estudio. Un clásico del under en la ciudad.

En la mesa del presídium estuvimos cinco de los autores en esta edición, Josué Ledesma, Laura Esperanza, Alfonso Valencia, Irving Carbajal y Arístides Luis.

Todos dieron lectura a su participación dentro de la revista, así como al testimonio del efecto que causa en el oficio artístico la pregunta por la conmiseración.

Foto: Alberto Uvezeta

¿De qué sirve seguir hablando de las figuras y las escenas que conmovieron el pasado? ¿De qué serviría un remake del octubre más oscuro? ¿Qué hay de poderoso en el discurso que rimbomba en las consonancias de poetas muertos, o no-vivos? Estas fueron algunas preguntas que se aabordaron en la mesa de FORO ESCÉNICO.

Más temprano ese mismo día, el maestro Marcial Guerrero que había estado con nosotros durante el Festival, interpelaba al grupo en torno a ese mismo concepto. En una charla que incluso prorrogó un poco el programa.  Ahí estaba también Christian Negrete, tratando de paliar los argumentos que nos dábamos en sobremesa, siempre con un chistorete.

Está por terminar octubre. Hemos visto diferentes esfuerzos, todos valiosos. Pero el único que valdrá por encima será el de la constancia, el de no rendirnos.

Invitamos a autores, poetas y escritores, filósofos, a continuar pronunciándose ante el mundo. Aunque estas sean, en definitiva, problemas irresolutos, es igualmente seguro que pausar el ímpetu es también una causa (y a su vez, efecto) de la crueldad.

«Mayo» por Mario Alberto Jiménez

Parte de Los (d)efectos horrosos del amor, antología.

 

¿A qué saben tantos kilos de balas que a diario se disparan en contra de la sociedad? ¿A qué olerá tanta sangre derramada? ¿En qué río desembocan las lágrimas de toda la humanidad? ¿En dónde se hospedarán el hambre, la desesperación y la insolencia? ¿Cómo se hacen caber tantos cadáveres, homicidios, feminicidios, masacres y suicidios debajo de la tierra? ¿Qué entienden los niños cuando el familiar o el presbítero rompen la barrera que divide la inocencia de lo horroroso y vulgar? ¿Cómo se le explica a una mujer que su libertad de vestimenta y expresión es la principal causante de tanto odio, violación y asesinatos en contra de su especie? ¿Cómo se les explica a los hombres que la patria es primero y que se les necesita para defenderse y partirse el alma contra sus enemigos?

     ¿Cómo se justifica tanta violencia, desigualdad, desastres, contaminación, esclavitud y pobreza? ¿En dónde se encuentran dios, la virgen y todos los santos cuando la desgracia y el infierno azotan la tierra? ¿A dónde huyó la paz después de que la muerte resucitó? ¿Cómo se logra la prosperidad? ¿Cómo se mantiene la esperanza? ¿De qué manera se le salva a un refugiado, a un artista, a un maestro, a un periodista de las garras del gobierno, de la opresión y del crimen organizado? ¿Cómo soportar tanta presión y deudas? ¿En dónde están la educación, los valores y la justicia? ¿De qué manera nos beneficia la política? ¿En qué nos están ayudando senadores, diputados, alcaldes, gobernadores? ¿El presidente? ¿Cómo explicar el presente?

     ¿Cómo se le habla de felicidad al huérfano? ¿Al indigente? ¿Al adicto? ¿A los tristes del asilo? ¿A los limpia parabrisas? ¿A los que venden dulces? ¿Al que roba? ¿Al que pide? ¿Al que necesita? ¿Al que clama? ¿Al que llora? ¿Al que le duele? ¿Al que lucha? ¿Al que no se detiene? ¿Al que se vende por un pedazo de pan? ¿Cómo se le consuela a una persona alcanzada y tocada por las duras manos de la indiferencia, de los prejuicios y las modas? ¿Cómo se hace el amor sin lastimar a nadie?

     ¿Qué se hace cuando el miedo ha inundado a la población y la supervivencia se convierte en un tema tedioso e imposible de lograr? ¿Qué nos espera después de culminar la universidad? ¿En qué nos convertimos cuando llegamos a la vejez? ¿Cómo se le convence a la gente de despertar, de rugir y hacer temblar y crujir a la Ciudad de México, a los pueblos indígenas, a Tamaulipas, a Tijuana, a Ciudad Juárez y otras más por haber? ¿Cómo se le devuelve al ciudadano lo que siempre le ha pertenecido por herencia nacional? ¿Cómo recuperar la identidad? ¿La dignidad? ¿Cómo se vuelve a tener fe? ¿Cómo se reconstruye la confianza? ¿Hasta qué momento se termina la guerra? ¿Cómo se juzga al que nada tiene y sin remedio alguno tiene que salir a robar? ¿Quién podrá regresar el tiempo y ponerte a tu padre, a tu madre, a tu mejor amigo, a tu hermana, a tu hermano secuestrados, torturados y desaparecidos en tu cara para despedirte de ellos?

     ¿A dónde se fueron los valientes, los pensantes, los conspiradores, los guerrilleros, los amantes y libertadores del país?

     ¡Oh poesía! Llévame lejos, muy lejos de aquí, bórrame de la faz de la tierra, hazme polvo, una partícula más nadando en el infinito, redúceme a la nada, al olvido, a la muerte instantánea que ya no quiero saber nada de la vida, del infortunio, ni de la perra suerte.

 


 

Mario Alberto Jiménez, 22 años, originario de Tijuana Baja California Prosista. Estudió en la Asociación para Escritores Hidalguenses. Co-fundador de Libros Vagabundos. Se ha presentado en Radio y Televisión de Hidalgo, Foro Escénico, Fundación Arturo Herrera Cabañas, Rockanbilly Vintage, Rayuela Brew Bar, entre otras locaciones. Ha colaborado para las páginas de Plantando Libros, Libros Vagabundos y Generación Letras.

 

 

Sobre la Visita del Dr. Paolo Pagliai a Pachuca, Hidalgo

Original en La Identidad en el Aire, columna del periódico AM, Hidalgo.

Fotografía por: Alejandro Soto


«Recordar y decidir. Consideraciones de Paolo Pagliai en su visita a Pachuca»

por Irving Coyote Carbajal

 

En esta ocasión, bajo la organización de Artistas en Retribución Social y el Colectivo Dubius, vino a presentar a la Bella airosa su primera novela titulada “Diario de un olvidista”, publicada recientemente por Elefanta Editorial.

 

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La experiencia docente y crítica del italiano se notan de inmediato, apenas lanza unas cuantas palabras y uno ya está inmerso en la reflexión sobre varios temas que muchas veces se han dado por sentados, como: ¿cuál es el papel de la memoria en la humanidad? ¿Para qué recordar? ¿Y qué no debemos nunca olvidar?

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Su libro se mueve bajo esa tensión y dinámica: históricamente, ¿es la memoria algo positivo o negativo? Porque si permanecemos anclados en el pasado no podemos continuar del todo, pues se reviven siempre las viejas rencillas y dolores.

Y por el otro lado: si actuamos sin tener una conciencia de lo que ya aconteció sería extremadamente peligroso, pues nos hace vulnerables de repetir los errores y barbaries de otros tiempos.

Lo de Pagliai al final es una invitación a decidir: ¿qué hacemos con la memoria que tenemos? Misma pregunta que se traslada al dolor, ¿cómo y en qué sentido dejamos que nos afecte?

Un recuerdo lastimoso nos puede llevar a perdernos y a cometer actos siniestros, pero también podemos encontrar vías para decantar esos sentimientos oscuros y condensarlos, en una obra de arte por ejemplo, pero la decisión será siempre nuestra: ser artífices de más caos o creadores sensibles.

Una última deliberación se suscitó en esta agradable visita: si al momento de levantamos y salir al mundo encontramos que es un lugar bastante injusto y atroz, seguramente empezaremos a considerar que se debe transformar de alguna manera para volverlo mejor: pero, ¿qué y cómo debemos hacerlo? ¿Cuál es la responsabilidad de los agentes críticos?

El Dr. Paolo la tiene muy clara: decantarse siempre en la lucha por los desfavorecidos, reivindicar las voces que han sido silenciadas, elegir siempre a los que más sufren.

Y hace la advertencia de que quedarse en estado de aporía, intentar mantenerse neutral, ajeno y apartidista, lo único que hace es favorecer a los más fuertes, a los de siempre, porque mientras uno quiere resolver el nudo que trae adentro, ellos continúan con las villanadas, asentando el mismo mundo vil que ya conocemos, con sus relaciones de poder desiguales, aquel donde no hay espacio para la esperanza.

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Si queremos construir una identidad de lo pachuqueño, debemos atender a todas estas consideraciones sobre la memoria y la transformación social, ¿qué es lo que vamos a recordar de la historia de Pachuca? ¿Y cómo vamos a lograr una sociedad diferente?

Paolo Pagliai nos hace responsables de dicha misión, la decisión será nuestra: pues el destino de Pachuca depende en muchos sentidos de nosotros, los pachuqueños que la habitamos.

 

 



 

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Carta a nuestros coetáneos: el diálogo es resistencia

 

La visita del Dr. Paolo ha sido el punto de partida en las acciones que han comenzado a gestarse al interior de uno de los grupos más importantes del entorno artístico y literario de la ciudad.

A finales del mes de Julio, 2018, las transformaciones que se advierten en el panorama mexicano sirvieron de pábulo a la inquietud de poetas y escritores, así como artistas visuales, para la incitación de un diálogo, definitivamente urgente, en torno al papel que asume la creación con respecto al curso de nuestro porvenir.

La presencia de Paolo Pagliai y de su obra, El Diario de un Olvidista, ha servido a efecto de detonar este urgente intercambio. A partir de ahora, se invita a los artistas y creativos de la ciudad a participar en esta encomienda que nuestro tiempo demanda.

Pensar el devenir, volver a clavar los garfios en la historia. Esa es la consigna de un nuevo movimiento transgeneracional hidalguense, que arremete con una feroz resistencia a la pasividad moderna que tanto se ha acusado a los de nuestra región.

No es casualidad, que aparte de las actividades literarias, se acerquen con una naturalidad dancística, ponencias en el CIS en torno a los desplazamientos que padecen nuestras instituciones con respecto a la vocación necesaria a efecto de ejercer los puestos que procuran la justicia en el país.

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Agradecemos al Dr. Emmanuel Rosales, magistrado en retiro, por la extraordinaria charla que impartió el día 11 de Agosto en las instalaciones del Centro de Investigaciones Sociales.

La preocupación por la Ética del esfuerzo, la convicción y la trayectoria de quienes ostentan un lugar determinante en la nación, es decir, aquellos cargos en donde son tomadas las decisiones, pone el acento en la proposición y principio de todo aquel que asuma en el futuro y ahora mismo, la investidura de la función pública: trabajar por vocación, no por intereses ajenos a las obligaciones de su cargo. 

Del mismo modo nosotros, poetas y artistas, más cercanos a esta actitud de cabalidad a razón de la evidentemente baja retribución a nuestras actividades, debemos, sin embargo, fortalecer el sentido de responsabilidad que pervive en el trasfondo moral de nuestro oficio.

En ello, aprovecho para agradecer la noble labor de Rodolfo Weber, dueño de Radio Express, por brindar el espacio, fruto de su esfuerzo, a las causas de la cultura y el saber. Un verdadero ejemplo de la virtud, real y alcanzable, en el trabajo de los empresarios hidalguenses.

Merecemos un mundo donde sea posible concebir la justicia, esa imagen con la que nos ha besado la poesía y la creación artística.

Continuemos dialogando.

Continuemos trabajando.

 

ATENTAMENTE

Luis Arístides R. S.